
La carrera tuvo la participación de militares y civiles víctimas de minas antipersonas, representantes de la comunidad internacional, entidades estatales, organizaciones no gubernamentales, personas con discapacidad, personajes de la farándula y sociedad civil en general; todos ellos corrieron para llevar un mensaje al mundo: no más minas antipersonales. El evento deportivo también contó con la vinculación de una delegación de militares estadounidenses víctimas de minas antipersonal en Irak y Afganistán.