
La carrera incluía recorridos de 7km, 14km y 21km y la complejidad del terreno exigió al límite a los corredores. Para los organizadores, el balance del Reto Majahierro es positivo por la gran cantidad de participantes de diversas regiones del país que llegaron a Buga, se alojaron en hoteles y consumieron en restaurantes. “El reto aporta a la economía y la dinámica de la ciudad, al tiempo que permite mostrar los paisajes de la zona rural”, explicó Hebert Cárdenas, promotor del evento. Para el 2017 se espera la participación de más competidores y retadores.